Este invento cuesta la friolera cifra de 120.000 libras esterlinas, requiere 5KWh de electricidad para hacerlo funcionar, necesita una habitación con 2.3m x 3m de espacio y una altura de 3m con un suelo capaz de soportar 1000kg/m2.
Este simulador, según dice su fabricante dispone de 6 grados de libertad para su simulación y el usuario es capaz de sentir fuerzas G igual que lo haría un piloto en su monoplaza.
Viene con tres pantallas de 42” y es totalmente configurable, con cabina abierta o cerrada e incluso podemos añadirle una carrocería como kit opcional.
Según dice la empresa constructora de este artilugio: “Seamos claros, esto no es un videojuego conectado a un volante y pedales. Aunque es fácil de manejar, es el mismo equipo utilizado por los pilotos de carreras e ingenieros para mejorar sus desarrollos, la evaluación de circuitos y la configuración del coche. Nuestro simulador y el software que utiliza no se puede comprar en ninguna tienda”
Vía: gadgetvenue
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