Una niña de 11 años había sido secuestrada por los dueños de un prostíbulo de la provincia de Santa Cruz a los pocos meses de vida, cuando su madre era obligada a trabajar como prostituta en el local.
Los proxenetas arrancaron a la niña de los brazos de su madre al poco tiempo de nacer y la trasladaron a Paraguay donde estuvo secuestrada durante años.
Por su parte, la mujer formó una nueva pareja con la que se casó un tiempo después, ya alejada de la prostitución. Se instaló en Córdoba y decidió recuperar a su hijita.
Viajó a Paraguay pero le fue imposible vencer a esta red de trata de personas, hasta que intervino la fiscal de Instrucción Eve Flores en noviembre de 2009. Fue entonces cuando se obtuvieron resultados.
La fiscal encomendó a una comisión policial encabezada por la comisario Claudia Flores que buscara a la niña. Junto al sargento primero José Moreno, viajaron al sur, y constataron que los lugares y personajes denunciados por la mujer existían, publicó el sitio La Voz.
“Luego, hace dos meses, viajaron junto a la madre y la psicóloga Graciela Cornejo a Paraguay. Llegaron hasta cerca de la casa donde supuestamente vivía la niña, pero se toparon con un cúmulo de trabas burocráticas que impidieron llegar a ella. Rápida de reflejos –resaltó la fiscal Flores– la comisaria le indicó a la mujer que realizara una denuncia ante la fiscal antitrata, Teresita Martínez. El pasado miércoles 24 de agosto, una llamada desde Asunción anunció que la niña había sido rescatada”.
La niña fue finalmente recuperada y ya se encuentra junto a su madre y sus hermanitos en la ciudad de Córdoba.
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