Investigadores británicos han encontrado una explicación científica al hecho de que el alcohol afecta nuestros sentidos y mente a tal punto que, si vemos a la mujer más fea del mundo después de unos tragos nos parecerá una modelo espectacular.
Los seres humanos, por naturaleza, encuentran las cosas, elementos y personas más bellas mientras más simétricas sean. La consecuencia tras varias cervezas, es que empezamos a ver todo más simétrico, por lo que más cosas nos parecen bellas y nos empiezan a llamar la atención.
Se llegó a la conclusión después de que a un grupo de 64 jóvenes los hicieron ver 20 rostros. Tenían que indicar los rostros que les parecían más simétricos y los que le parecían menos simétricos. Dentro de las 64 personas, los que estaban bajo el efecto del alcohol presentaron una mayor dificultad al momento de clasificar los rostros.
Fuente: Discovery
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